La nostalgia es una herramienta efectiva para atraer la atención del consumidor, y aún más si se combina con innovación, además puede contribuir con las tradiciones y costumbres.

Principalmente los millenials (nacidos entre los ochenta y mitad de los noventa) son quienes consumen este tipo de productos:

  • El clásico teléfono Nokia 3310,  el teléfono no se anunció con nada especial o diferente, tiene unas cuantas mejoras menores, pero definitivamente no reemplaza a un smatphone.
  • Pokemon Go, la app que a una semana del estreno revalorizó las acciones del fabricante japonés de videojuegos Nintendo un 93,18 %  e incrementó en 16 000 millones el valor de la multinacional.
  • Lo tennis edición de Marty McFly de la película Volver al futuro (que en internet llegan aproximadamente a los 7 mil pesos por par).
  • Los famosos tamagotchis que llegaron a América en 1999, recientemente se han puesto de modas y hay desde 200 pesos a más de 1000.
  • Buzfeed es una pagina de artículos y notas que explotan constantemente la nostalgia.
  • Los reencuentros de grupos musicales que hace años se disolvieron.
  • Los relanzamientos de discos (o vinilos de colección) en ediciones especiales.
  • Restaurantes con temáticas ochenteras o noventeras.
  • Incluso en lo más simple como filtros de plataformas como snapchat, instagram o facebook.
  • Remakes de películas.
  • Retransmisiones de series de los 80´s o 90’s.
  • Cuando se trata de productos la innovación suele estar dentro de las funciones, respetando la estética.

Se estima que para el 2025 el 75% de la fuerza laboral del mundo será parte de los millenials, y por tanto ellos determinan el rumbo de las ventas, así que falta mucho por ver en el mercado de la nostalgia.