¿Qué es emprendimiento?
En resumen, como indica el cuaderno IESE sobre los emprendedores sociales, el emprendimiento implica convertir una idea nueva en una innovación exitosa utilizando habilidades, visión, creatividad, persistencia y exposición al riesgo.
Emprendimiento social
1. Identificación de un entorno injusto y estable que causa exclusión, marginación o sufrimiento a un segmento de la humanidad, el cual carece tanto de medios económicos como de influencia política para conseguir cualquier mejora que les beneficie.
2. Identificación de una oportunidad en este entorno injusto. Desarrollo de una proposición de valor social que implique inspiración, creatividad, acción directa, valentía y fortaleza que consiga modificar el sistema.
3. Forjar un nuevo equilibrio que libere el potencial atrapado o alivie el sufrimiento del grupo desfavorecido; creación de un nuevo ecosistema que asegure un mejor futuro para el grupo beneficiario o incluso toda la sociedad.
Diferencia entre emprendedor y emprendedor social
– El emprendedor social combina estos aspectos, pero lo que es diferencial es que articulan un cambio social.
– Los emprendedores sociales son aquellos que tienen el potencial necesario para lograr un cambio positivo significativo en la sociedad.
¿Quién es el emprendedor?
Su origen se remonta al siglo XVII cuando con el término emprendedor se identificaba a un “aventurero” que “emprende” decisiones arduas enfrentándose a la incertidumbre. Con el tiempo, esta perspectiva de aventura se ha dirigido hacia ser tomadores de riesgo económico. Es importante tener en cuenta esta dimensión de riesgo, de aventura cuando se piensa en el emprendedor. Esto también ayuda a diferenciar el emprendedor del empresario.
¿Qué actitudes necesita un emprendedor?
El emprendedor es alguien que busca nuevos retos y trabaja por cumplirlos, mientras que el empresario es la persona que lleva a cabo oportunidades de negocios buscando sostenibilidad.
En resumen, las principales actitudes que caracterizan al emprendedor son:
– Destrucción creativa: actitud para generar productos o servicios innovadores que destruyen los que estaban previamente en el mercado.
– Creación de valor: el emprendedor traspasa recursos económicos de un área de baja productividad a una de alta productividad y mayor rendimiento.
– Identificación de oportunidades: el un emprendedor no genera cambio, sino que es capaz de explotar las oportunidades que el cambio brinda.
– Ingenio: los emprendedores son capaces no solo de aprovechar oportunidades, sino también de afrontar los retos que comporta la falta de recursos para llevarlas a cabo.
¿Qué necesidades tiene el emprendedor?
– Espíritu: es necesario tener un espíritu dinámico, creativo, orientado a la búsqueda continua de oportunidad de negocio. Tal como lo define “Libro verde, El espíritu empresarial” de la Comisión Europea, el espíritu empresarial es la actitud que permite al emprendedor de identificar una oportunidad y luchar por ella para producir nuevo valor o éxito económico.
– Capacitación: el emprendedor necesita conocimientos técnicos para llevar a cabo la idea de empresa.
– Marco regulatorio: se mueve en un marco de leyes que pueden o no facilitar el proceso para pasar de las ideas a la práctica de la creación empresarial.
– Financiación: es necesario un sistema que le financie para poner en marcha su actividad y garantice su negocio.
– Red: se genera en un ecosistema donde intervienen varios actores. También se trabaja en sinergia con otros emprendedores.
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