El liderazgo adaptativo se refiere a la manera en la que el líder se adapta a las personas de una organización, en vez de tratar de moldear a todos a su forma de dirigir. A diferencia del liderazgo situacional, no trata de adaptarse al entorno o al contexto, sino a la dinámica de las personas. Con una visión humanista, se enfoca en entender, más allá de los problemas técnicos, los problemas a nivel humano, reconociendo las emociones y adaptando elementos de los avances que cada persona tiene dentro de la organización.

Ronald Heifetz, director y fundador del Center for Public Leadership en la Harvard Kennedy School en Cambridge, Massachusetts, ha impulsado el liderazgo adaptativo desde el año 2000. Tomando ideas de filósofos como Aristóteles y Sócrates, y ha llegado a la conclusión de que las personas desean sentirse identificadas, incluidas y reconocidas. El  resultado de esto es un mayor compromiso con las metas organizacionales.

Cuando el líder es consciente de que la organización está constituida por su capital humano, se preocupa porque los colaboradores se fijen metas más altas y los escucha cuando tienen un problema difícil. Esto lleva a que el líder se adapte al equipo de manera constante y no sólo cuando existen situaciones extraordinarias, como alguna crisis. No se trata de investigar la vida privada, sino de entender que el colaborador tiene también una vida fuera de la organización.

Factores en contra

Los críticos de este sistema mencionan que los líderes adaptativos terminan por orientarse tanto en las personas que pueden perder la claridad de las metas y no alcanzar los objetivos, por ello, creen que este enfoque da como resultado un equipo muy contento, pero poco productivo.

Por otro lado, mencionan los críticos que si bien hay líderes con cualidades empáticas que de manera natural se pueden desarrollar en un entorno adaptativo y que desempeñarían este quehacer fácilmente, también hay otros que no tienen dichas cualidades y estarían en desventaja, por lo que no darían los mismos resultados.

Algo muy cierto es que este modelo de liderazgo demanda más recursos, pues el líder debe disponer de tiempo para acercarse a su equipo, estar con él y fabricar los lazos necesarios. Esto puede ser visto como un costo negativo para la empresa. Ahora bien, no se trata de crear un nuevo centro de costos o de pedirle al líder que se vuelva terapeuta de su equipo, se trata de proyectarlo hacia los objetivos y esto se logra cuando conoce mejor a cada integrante.

 

Requerimientos del liderazgo adaptativo

El líder adaptativo busca inspirar a todo el equipo, y para ello existen dos maneras: la primera es lograr la cercanía con éste. Dejar atrás la figura mítica e intocable del jefe, para convertirse en un líder que hable con su equipo, que sea visto y percibido como un miembro de la comunidad organizacional y que, sin tener que llegar a una amistad necesariamente, sea alguien de confianza. La segunda es el elevar la vista de todo el equipo hacia objetivos de mayor trascendencia, lograr una mirada a largo plazo, sin olvidar los objetivos del día a día y tomando en cuenta la manera en la que se adaptan a cada colaborador.

Todo esto debe tener un equilibrio y para lograrlo el líder adaptativo requiere flexibilidad, sentido de transformación y compromiso con el equipo y la compañía.

 

Beneficios del liderazgo adaptativo

Para entender mejor los beneficios del liderazgo adaptativo, lo compararemos con otro estilo muy común: el liderazgo autoritario, impositivo y tecnócrata. Este modelo es muy bueno a corto plazo, ya que logra objetivos de manera veloz y aumenta los porcentajes de productividad, pero a largo plazo crea dependencia al líder, empequeñece al talento interno, vuelve equipos frágiles y en un extremo, termina por destruir a la organización.

Jorge Llaguno / IPADE Business School*

Fuente Forbes México
forbes.com.mx