Si estás leyendo esto, es porque probablemente estás por entrar o es tu primer año en la universidad; estos consejos te serán útiles, para sacarle el mejor provecho a tus años de universitario.

Entrar a la universidad supone un gran cambio; si en tu pasado escolar, hubo experiencias que no te gustaron, o que te hubiera gustado hacer de otra forma, ¡ésta es tu oportunidad!, pues este periodo es de crecimiento y maduración personal, que se reflejará en el profesional; así que quítate cualquier prejuicio añejo y comienza con fuerza y decisión esta nueva etapa:

Estar atenta (o) a todos los trámites administrativos que la inscripción requiere; un día después o incluso una hora, podría dejarte fuera de la institución. Anota las fechas, horarios y documentación que necesitas presentar, y lleva el procedimiento puntualmente.

Asiste desde los primeros días, muchos jóvenes omiten estos días porque creen que no son importantes, pero la mayoría de las veces, se abordan las fechas y formas de evaluación, fechas y criterios para trabajos importantes, y la presentación del grupo. Además de que algunos maestros toman en cuenta la asistencia desde el primer día.

Haz amigos y buenos compañeros, tener un grupo te ayudará a acoplarte mejor al cambio, podrán enfrentar juntos el descubrimiento del campus y todo lo que éste tiene para ustedes. Además, dependiendo de la carrera que elijas, podrías realizar múltiples trabajos en equipo; mejor poder contar con amigos y compañeros dispuestos a trabajar productivamente, ¿no crees?

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Recorre tu universidad; algunas escuelas ofrecen durante la primera semana, recorridos guiados por alguna autoridad académica, para que puedas conocer tu institución, las áreas directivas, aulas, laboratorios, biblioteca, aulas magnas, auditorios, áreas recreativas, gimnasio, etc.

Conoce a tus maestros, apréndete sus nombres y por su puesto la signatura que dan. Saludarlos por su nombre, mantenerte atento a sus clases, ser participativo, y por su puesto cumplir con tus tareas, te hará un alumno sobresaliente ante ellos, siempre es importante que tus maestros tengan una buena impresión de ti, pero ojo, no significa que te vuelvas el lambiscón que a nadie agrada, solo de que tengas una relación sana y respetuosa.

¿Quiénes son tus directivos? Alguna vez me pasó que tuve a un directivo importante enfrente y no supe quién era; para que no te pase igual, es importante que al menos sepas quién está a cargo de tu instituto y/o carrera en específico, y si se da la oportunidad, puedas causar una buena impresión.

Come bien, pues en este periodo es muy fácil caer en malos hábitos alimenticios, que te traerían consecuencias físicas y mentales, y recaería en tus propias calificaciones. Prepárate un lunch, y/o identifica algún lugar a los alrededores que sea higiénico, saludable y accesible a tu bolsillo, para que puedas ir a comer ahí en un horario específico.

Investiga sobre becas y otros programas que te beneficien, pues muchas de las becas y programas estudiantiles quedan desiertos al no haber la correcta difusión por parte del instituto, pero también por la poca iniciativa del estudiante. ¡Acércate a la dirección de tu carrera! Puede que haya becas de movilidad, o apoyos económicos que pocos reclaman.

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Sé un buen alumno,

y céntrate en tu objetivo, que además de otros más personales, será concluir satisfactoriamente tu carrera, y de ser posible, con méritos. Si hacía falta que lo especificara, aquí va:

Puntualidad, podrá sonar obvio, pero a veces aunque lo sepan, no son puntuales. Hay profesores que no admiten el acceso después de 1,5,10 o 15 minutos, o que pasado el tiempo de tolerancia, puedes entrar con retardo, o incluso con falta, en éste último caso yo te recomiendo aun así quedarte a la clase, porque así no perderás el hilo de los temas que se están tratando, y al final podrías explicar al docente el motivo de tu retraso (obviamente si tienes buenas razones), y quizá podría ponerte asistencia.

Pon atención y toma buenos apuntes, mucho de todo lo que aprenderás será en las aulas, y lo que puedas recordar 10 años después, probablemente tendrá que ver con haber estado atento a la clase, te lo digo por experiencia. Mientras más claros sean tus apuntes, mejor podrás estudiar: anotar palabras clave, conceptos específicos, usar colores, y cualquier otro elemento que te ayude a realizar una buena recopilación de datos, será crucial a la hora de estudiar.

Ten una libreta de tareas, anotar tus pendientes en un solo lugar, en vez de en el cuaderno de cada asignatura, te facilitará recordar las tareas pendientes, y evitar que algún día no cumplas con tareas, por olvido. Ya sé que podrás decir “no la necesito, no estoy en la primaría”, sin embargo una libreta donde anotar tus pendientes, favorecerá tu alta productividad, tengas los años que tengas.

Participa durante la clase, si alguna duda surge, pregúntala, si tienes una nueva idea surgida del tema abordado, comunícala (sean prudentes). Muchas veces los profesores buscan alimentar la participación en clase, algunos incluso se inclinan hacia los alumnos participativos, mas aún si la participación es parte de la calificación.

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Agenda tus trabajos y hazlos con anticipación, es bastante común que haya alumnos que realizan sus trabajos individuales y de equipo, en el último momento (¿les suena conocido?), algunos salvan el día, a otros se les arruina. Tú puedes ser de los que tienen sus tareas listas desde un día antes. Es importante que pongas atención a todos los detalles,  fechas, nombres bien escritos, ortografía, y por supuesto, buena presentación.

Nada de plagio, hay maestros con un sexto sentido y con Google, capaces de detectar cuando algo que entregaste como propio, no lo es, mejor evítalo, y dedícale tiempo a tu propio trabajo.}

Estudia con un acordeón, estas técnicas y otras que puedes leer aquí, son eficaces para realmente comprender lo que estás estudiando. No te permitas malas calificaciones, te perseguirán siempre.

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Fuera de clases

Toma tus idiomas desde ya, hay universidades en las que es requisito que cubras uno o dos idiomas para poderte graduar, y hay quienes lo dejan hasta los últimos semestres, lo cual no es buena estrategia, pues al final se cargan trabajos más elaborados, servicio social, exámenes tesis, etc.

Participa en concursos y/o iniciativas educativas donde representes a tu institución o incluso a tu país, además de los conocimientos y experiencia adquiridos, muchas veces los reconocimientos ganados tienen valor curricular.

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Visita la biblioteca con regularidad, alimenta tus conocimientos por iniciativa propia, lee más de lo que los profesores te ordenan, aprende sobre ése tema que te apasiona, vuélvete un experto, y sino, al menos un aficionado  a la lectura que te deje buena ortografía.

Usa tu credencial de estudiante para obtener descuentos en museos, parques, compra de boletos, tiendas, etc., y cuídala bien, pues hay escuelas que no te la reponen hasta el siguiente periodo escolar.

Investiga de qué forma te querrás titular, pues en algunas universidades y carreras, existe la posibilidad de titularse por excelencia, lo cual supone excelencia de tu parte, e impecabilidad desde el primer semestre.

Asiste a alguna actividad recreativa que te guste, no todo es estudiar, mantén tu cuerpo y mente saludables, en las universidades por lo regular hay equipos deportivos y/o artísticos, elige la que más te apasione, ello te mantendrá fresco y animado.

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Ve a tus fiestas, siempre después de haber cumplido en la escuela, pero no entre semana. Recuerda que siempre habrá fiestas, pero no siempre serás universitario. Mantén un buen promedio y antecedentes respetables, pues hay becas y programas que revisan todo tu historial académico, no querrás tener malas ni bajas calificaciones.

¡Mucha suerte en esta nueva etapa! Recuerda que puedes consultar siempre nuestro blog para temas que potencien tu desarrollo profesional.

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